2009

Al comienzo fue la nada. Ser y estar, con fusión. Sin búsquedas. La plácida calma de no saberse de otro modo.
Luego, un dios (varios o ninguno). Una chispa en el vacío. Algo que de pronto fue cuando nunca había sido. El espanto con sus incómodas preguntas se alojó en el centro de aquello, antes neutro e ilimitado: ¡se nos jodió la vida!
Contar los días en fracciones, hasta el instante. Tan mínima y volátil fue la creación que hubo que inventar el dolor, la tristeza como tesoro: nostalgia. No faltó quien encontró la alegría y se puso a sufrir por su ausencia. Yo decidí escribir las respuestas, al menos intentarlo.
¿Y la vida? La vida sigue jodida. Pero escrita inicia. De milagro andamos.
Imagen: El vigía. Carlos Guzmán Hernández.